Estabilidad
El concepto de estabilidad refiere una situación
compleja, que está asociada y determinada por componentes estructurales y
funcionales. Las nuevas corrientes definen este complejo concepto a partir del
Core, entendido éste como “el núcleo
del cuerpo en donde se genera la energía para el movimiento”.
La principal función estabilizadora es dar sustento Lumbo-pelvico-escapular, para la
eficiente transferencia de torques en los distintos movimientos. El core es el centro de todos los movimientos, genera
energía y la transfiere a los miembros inferiores o superiores.
La estabilidad, junto con la movilidad decretan la
eficiencia biomecánica del movimiento. Siendo factores determinantes para poder
generar y transferir energía, tanto en un movimiento de la vida cotidiana, como
de un gesto deportivo.
Desde una perspectiva anatómica podemos
considerar a la columna vertebral como el eje principal del cuerpo, que en
forma de pilar soporta todo el peso del tronco. En relación directa con esta estructura
encontramos a la cintura pélvica y cintura escapular. Que son los ejes
apendiculares del cuerpo que van a permitir la transferencia de energía hacia
las extremidades.
Panjabi conceptualiza la
estabilidad a partir de la integración de 3 subsistemas:
-
El subsistema pasivo, compuesto por ligamentos, discos intervertebrales
y facetas articulares, entre otras, cuya función es transmitir la información
propioceptiva acerca de la posición y movimiento del cuerpo, y así vez generan
tensión para resistir dicho movimiento.
- El subsistema activo configurado por músculos estabilizadores
locales (intrínsecos), estabilizadores
globales (extrínsecos) y músculos intersegmentarios.
-
El subsistema de control neural, que funciona como feed back sensorial, ajustando
continuamente el movimiento del cuerpo. Todos comandados por el
centro de integración del sistema nervioso central, se integran continuamente
en busca de lograr la estabilidad, la cual podemos describir, como la capacidad del cuerpo de resistir diferentes
perturbaciones.
Cuando hablamos de la generación de energía en realidad
estamos hablando de la unión segmentaria. Para entender como debemos generar
esa energía y poder transferirla a otra parte del cuerpo o a un elemento como
puede ser una escoba, una raqueta o una pelota, debemos atender a 2 principios.
- El
primer principio es que la energía debe transferirse de forma proximal a
distal; si se ignora la secuencia, cuando se crea energía en el segmento
distal va a ejercer mucho estrés en el tejido de estos segmentos y
probablemente resulte en una posible lesión o una baja producción de
fuerza, por ejemplo no podremos pegarle a la pelota con precisión y
potencia, o hacer un pase a larga distancia.
- El segundo punto principal es que se
debe preservar la energía en el sistema. El movimiento eficiente permite
la transferencia de energía a lo largo del pilar o desde el pilar. Cuando
no hay un movimiento eficiente ni tampoco buena transferencia, básicamente
habrá una pérdida de energía. Estas pérdidas son las que causan una mayor
fuerza en el tejido blando y/o en los huesos generando mayores
probabilidades de sufrir lesiones.
En la actualidad los hábitos de vida
cotidianos, han llevado al hombre a lo que ya hemos categorizado como un “déficit
de movimiento”. Dicho concepto alude a una falta de
diversidad de movimientos, alterando el equilibrio entre la musculatura tónica
y la fáscica, generando un desbalance muscular general. Un ejemplo de esto es
el abuso de la retroversión pélvica, dicha posición genera una “des
compaginación” neurológica, alterando así la estabilidad lumbar. La estabilidad
lumbar depende del micro estiramiento del ligamento vertebral común anterior y
posterior, y de los ligamentos intertransversos. Si estos ligamentos se sobre
estiran por abusar de una posición como puede ser la retroversión, se pierde la capacidad informativa de estas
estructuras, la cual de forma refleja dosifica el tono adecuado de los músculos
paravertebrales para mantener la estabilidad.
De vital importancia es el concepto de Movilidad, ya que un cuerpo con
limitado rangos de movimiento, no dispondrá de una adecuada eficiencia
mecánica. A su vez la rigidez articular no permite la estimulación
propioceptiva elemental para el proceso neurológico y mecánico de la estabilidad.
En fin, tanto la movilidad articular, como la flexibilidad muscular, son
condiciones habilitantes para el desarrollo de la estabilidad.
Pero como readaptadores debemos entender que de nada
serviría mejorar la movilidad, si no le damos estabilidad a ese nuevo rango de
movimiento conquistado, en ese caso solo generaríamos una zona vulnerable.
En
este punto consideramos fundamental el concepto de Faciado (Phasing - Mario Di Santo), que da nota de la
proporcionalidad temporal que los componentes espaciales toman en un movimiento
completo. Es decir, que aunque este engrama lo reeduquemos a baja velocidad,
nuestro cerebro “graba” la proporcionalidad de cada activación, por lo tanto
esa proporción va a ser igual aunque la velocidad de ejecución del movimiento
aumente.
Hoy nuestra población tiene como característica común una
gran inestabilidad central, incapacidad propulsora, y una gran limitación de la
amplitud del movimiento. Producto de los hábitos que la sociedad nos impone.
Lo que buscamos como
reeducadores del movimiento, es instalar a nivel cortical engramas, secuencias
de movimientos en donde la activación de los músculos intrínsecos, preceda a
los extrínsecos y estos a los propulsores. De esta manera podremos lograr que tanto
la ama de casa para barrer, como el tenista para pegar de revés, generen, unas
milésimas antes del movimiento, una activación del Diafragma- Periné-
Transverso, lo cual le servirá como punto de fijación y estabilidad en donde se
apoyen las palancas para realizar dichos esfuerzos. De no lograrse seria como
querer disparar un cañón sobre una canoa. De esta manera, entendemos que la
estabilidad no se logra aumentando los niveles de fuerza (fuerza como capacidad
de movilizar una carga externa), sino que va a depender de una serie de activaciones
musculares, coordinadas por el cerebro, que van a preparar al cuerpo para
realizar un movimiento determinado.
REFERENCIAS:
ATHLETES PERFORMANCE. Mentorship
Program Phase I. Chile
2012.
DI SANTO, M. Amplitud de Movimiento. Editorial Paidotribo. 2012.
-------------------- Estabilidad
lumbo-pélvica. Core Stability Training. IPEF Córdoba.
PANJABI, M. The
Stabilizing System of the Spine. Part I. Function, Dysfunction, Adaptation, and
Enhancement. Journal of
Spinal Disorders. Vol. 5, No. 4, pp 383-389. 1992.
------------------ The
Stabilizing System of the Spine. Part II. Neutral Zone and Instability
Hypothesis. Journal of
Spinal Disorders. Vol. 5, No. 4, pp 390-397. 1992.
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