viernes, 25 de septiembre de 2015

ESTABILIDAD FUNCIONAL:

La interacción de los mecanismos de feedback y feedforward en la determinación del control motor. 

Toda tarea motriz implica la necesidad de activar mecanismos de control y regulación del movimiento que son de naturaleza neural, y que serán más complejos cuanto mayor sea la dificultad de la tarea a realizar.
El control del movimiento depende directamente de la integración neuromuscular, que se encuentra regulada por el complejo sistema sensoriomotor. El control del movimiento entonces, puede ser entendido como la facultad que tiene un sujeto para efectuar programas motrices de forma eficaz y con un mínimo de energía. 

Aferencias integradas
Este complejo sistema sensoriomotor incorpora todos los receptores y vías aferentes (percepción), así como los mecanismos de integración y procesamiento central (decodificación, planificación, y programación) y las respuestas eferentes necesarias (ejecución), para poder mantener la estabilidad funcional durante tareas que se desean realizar. 
La información aferente de la que hablamos puede ser procesada e integrada en tres niveles de control motor: 
  • médula espinal (respuestas muy rápidas y/o reflejas), 
  • tronco cerebral (respuestas intermedias y/o automáticas) y 
  • corteza cerebral (más lentas, más elaboradas y son voluntarias). 
Por lo tanto podemos asumir que los patrones de movimiento son el resultado de la interacción dinámica de subsistemas que se organizan con respecto a las demandas del movimiento específico y el entorno. 

En búsqueda de la estabilidad funcional. Anticipación y retroalimentación.

En lo que refiere a la estabilidad funcional de las articulaciones las respuesta de programación motriz podemos encontrar dos mecanismos de regulación que buscan mantener el sistema sin perder su homeostasis; son estrategias que se suceden antes o durante un movimiento voluntario con el objetivo de incrementar la estabilidad ante un cambio; esta puede recibir una información sensorial o no. 
Mecanismos
de Anticipación
Podemos definir feedback como la elaboración de una respuesta correctiva dentro de un gesto motor como consecuencia de haber percibido anomalías o cambios repentinos del entorno, a la información proporcionada, bien por vía refleja o no, después del análisis de un determinado estímulo sensorial. 
El feedforward se define como el mecanismo de determinación, que genera acciones anticipatorias que ocurren antes de la detección sensorial de una disrupción de la homeostasis. 
Las aferencias somatosensoriales, visuales y vestibulares proveen la información necesaria para ambos mecanismos de control motor durante la programación del movimiento; sin embargo, los métodos de procesamiento de la información difieren. Los mecanismos determinados por la retroalimentación se caracterizan por el continuo procesamiento de la información aferente, devolviendo respuestas de control motor basadas en el “momento a momento”. En contraste, las aferencias durante los mecanismos anticipatorios de control motor son utilizadas de manera intermitente hasta que los mecanismos de retroalimentación sean iniciados. 
Mientras que el feedback incorpora la información sensorial, modula y ajusta el movimiento, el feedforward incorpora diferentes construcciones de memoria, esquema motor y programa motor buscando mecanizar preparaciones posturales para el movimiento controlado. 
Lamentablemente la clasificación de una acción cómo de retroalimentación (o feedback) o anticipatoria (feedforward) no es tan sencillo como sus definiciones lo sugieren y no se desarrollan en forma paralela sino interactuando e influenciándose entre sí durante la ejecución de todo el programa motor. En muchas situaciones existe una combinación de ambos mecanismos como en el mantenimiento de la postura corporal. 

Entonces, el control sensorio motor de estabilidad es un intricado proceso, coordinado y automodulado por el SNC (en sus tres niveles), mediante dos mecanismos: el control por feedback, que autorregula la acción mientras ocurre y el control por feedforward o los ajustes anticipatorios. 

 













A partir de comprender la participación de estos mecanismos de control en la engramación del movimiento, podemos comenzar a desarrollar nuevos programas de reeducación y entrenamiento del movimiento orientados al desarrollo de nuevos mecanismos de anticipación que aseguren la estabilidad funcional de la articulacion tanto manera individual, cómo en su función cinética global. 

Nuestra intervención debe brindar al individuo las herramientas necesarias para estimular y desarrollar los mecanismos de retroalimentación y corrección del movimiento, conociendo su interacción y creando estrategias que estimulen funcionalmente los mecanismos de feedback y feedforward para mejorar la calidad de la acción motriz y el control motor.



Bibliografía de referencia:
  • F.J. Vera García & cols., “Core Stability. Conceptos y aportaciones al entrenamiento y la prevención de lesiones”.
  • David Behm, Juan Carlos Colado, “The effectiveness of resistance training using unstable surfaces and devices for rehabilitation”.
  • Víctor Segarra, Juan Ramos Heredia & cols., “Core y sistema de control-motor: mecanismos básicos para la estabilidad del raquis lumbar”.
  • Lourdes Macías, “Avances en Neurociencia sobre: desarrollo, control y aprendizaje del movimiento”.


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