Construcción de un enfoque Preventivo
Nuestro
enfoque como equipo de trabajo, aborda al deportista desde el concepto de
economía del movimiento y balance muscular. La búsqueda de información acerca
de cómo detectar puntos débiles, y de esta forma poder resolver las
alteraciones anátomo-funcionales y neuromusculares que pueden intervenir
negativamente en el proceso del incremento de la forma deportiva de cualquier
individuo, es nuestra principal inquietud al recibir un deportista.
Varios
autores han comenzado a catalogar a los procesos de prevención de lesiones como
protagonistas en el rendimiento deportivo. Busquet[1]
(1994) entiende al cuerpo como una globalidad debido a que debe cumplir varias
funciones: debe permitir mantenernos de pie, en equilibrio, desplazarnos y por último
expresarnos a través del gesto. Para responder a esta amplia variedad de
movimientos, el cuerpo debe asegurarse fuentes de energía y gestionar su
reserva con prudencia.
Para
ello hay algunos conceptos imprescindibles a la hora de realizar un programa de
prevención específico; conocimiento
sobre lesiones comunes, su incidencia, epidemiologia, factores de riesgos
lesivos y metodologías para
el análisis de la información.
Se
presentan metodologías de tratamiento en la prevención de lesiones basadas en tres
ejes fundamentales desde un enfoque neuromuscular:
- entrenamiento de la fuerza pero entendida como cualidad neuromuscular y utilizando el componente excéntrico del movimiento como base funcional para la prevención;
- sistema propioceptivo visual vestibular;
- y lo que varios autores han dado en llamar “control motor”.
Actualizarse
y conocer métodos de trabajo en el área de la prevención, pero por sobre todo,
introducir una perspectiva que analiza al deportista desde la salud, para
lograr rendimiento; es la lógica que dictamina nuestra intervención.
Este
paralelismo entre prevención y rendimiento, vinculado al control de los
indicadores que pueden informar de riesgo lesivo y disminuir la incidencia de
lesiones está muy bien abordado en una revisión bibliográfica realizada por
Fort Vanmeerhaeghea y Romero Rodríguez (2013) en donde se destaca entre otros:
la fatiga muscular, la alteración de la magnitud y de los tiempos de activación
muscular, los desequilibrios neuromusculares entre pierna dominante y no
dominante, la inadecuada stiffness
muscular, los déficits en el control postural, y la disminución en los
mecanismos de anticipación como factores de riesgo neuromuscular que
predisponen al deportista a padecer una mayor incidencia lesiva; proponiendo
que el análisis de estos factores de riesgo proporciona una guía práctica a la
hora de diseñar tareas dentro de un programa de prevención adecuado a cada tipo
de especialidad deportiva.
La profundidad del concepto de PREVENCIÓN, desde una perspectiva del rendimiento
deportivo, debe tomarse como los factores en los que hay que trabajar durante
el entrenamiento, para no caer en la absurda repetición de tomar medidas ilógicas.
Asistimos a la invasión del ámbito de la prevención y el entrenamiento
deportivo, un sinnúmero de metodologías sin finalidad que son consideradas como
“preventivas”, sólo porque siguen tendencias: dispositivos inestables, bandas
elásticas, entrenamiento de suspensión, etc.
Más
allá de recaer en la clasificación
tradicional entre factores de riesgo extrínsecos e intrínsecos, consideramos necesario focalizar
el análisis sobre estos últimos, que son aquellos que hay que detectar en primer lugar y luego controlarlos, con el fin de
mejorar el rendimiento en forma global y no solamente tomar medidas de prevención
aisladas.
Tenemos
a nuestro alcance muchas herramientas para pensar en programas de prevención que
no sólo busquen mantener la salud del deportista, sino de incrementar su
rendimiento a expensas del
balance neuromuscular.
Debido
a que es imposible proponer una intervención general que abarque todos los
campos o todos los gestos deportivos por igual, (ya que las situaciones, en cada
ámbito y con cada población, son distintas y van a modificar al sujeto), debemos
a ser críticos de nuestros sistemas de entrenamiento, y a repensar las cuestiones que llevan
a focalizar el estímulo en
el
incremento de la forma deportiva.
El
espacio para los Profesionales de la Educación Física dentro de un staff profesional, pudiendo aportar herramientas en la preparación física con otra mirada, con otra
información y formación, aparece
como posibilidad. Obviamente con una mirada reflexiva a la hora de proponer
estímulos de entrenamiento a los/las deportistas, preguntando quién está apto y porque,
e inferir las posibilidades de riesgo. Esto permite fundamentar y anticipar las posibilidades o probabilidades que puede
tener un deportista si
su perfil no está en condiciones para realizar un determinado tipo de
entrenamiento.
Es
así que podemos generar un campo nuevo de trabajo, un nuevo perfil profesional
que requiere de una mirada diferente y por supuesto de conocimiento científico
y empírico a la hora de pensar en un programa de prevención; esto nos lleva a
pensar en un nuevo concepto, quizás podríamos llamarlo readaptación.
La readaptación aparece como una construcción alejada de aquel concepto de rehabilitación limitado al campo médico.
La readaptación conceptualiza a la globalidad de la persona en pos de una re –
estructuración de sus patrones de movimiento alterados.
Nos
introducimos en un nuevo campo de acción, enfocándonos en un nuevo paradigma de
performance deportiva. Alejado de las metodologías enfocadas sin sentido
global, en la que creemos que hay que
trabajar para generar este nuevo espacio lleno de posibilidades para los Profesores
de Educación Física.
[1] Leopold
Busquet es un prestigioso Fisioterapeuta, especialista en Osteopatía, que
realizando un profundo estudio de la anatomía, biomecánica y fisiología humana
configura el concepto que hoy conocemos de cadenas
musculares fisiológicas. Focaliza en la globalidad del movimiento.
REFERENCIAS:
ROMERO RODRÍGUEZ, D. y TOUS FAJARDO, J. (2010). “Claves para un
rendimiento deportivo óptimo”. Ed. Médica Panamericana D. L., Madrid.
BUSQUET, L. (1994). “Las cadenas musculares: lordosis, cifosis,
escoliosis y deformaciones torácicas”. Tomo II. (6a.Ed.p.7). Ed.
Paidotribo. Barcelona
FORT V. MEERHAEGHE, A. y ROMERO RODRÍGUEZ, D. (2013). “Análisis
de los factores de riesgo neuromusculares de las lesiones deportivas”. Apunts Med Esport. N° 48, pp.109-120.
PANJABI, M. (1992). “The
Stabilizing System of the Spine. Part I. Function, Dysfunction, Adaptation, and
Enhancement”. Journal of Spinal Disorders, 5 (4), pp. 383-389.
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